Juan Romero González y JoaquÃn Farinós DasÃ
Datos técnicos
El nuevo contexto globalizado supone formidables desafÃos para los territorios y sus gentes. Nada es igual que hace un cuarto de siglo. De las viejas «certezas» y «seguridades» hemos pasado a un brumoso inicio de milenio marcado por la incertidumbre y complejidad del presente. Los territorios y sus gentes son más vulnerables a los cambios y a los riesgos. También tienen nuevas oportunidades. Y en este nuevo contexto han de afrontarse diariamente nuevos, y en ocasiones desconocidos, alejados o incontrolables desafÃos que trascienden, superan o desbordan nuestras realidades tradicionales que venÃan definidas por el marco de los Estados-nación. Los propios Estados-nación, que tanta seguridad proporcionaron, al menos en esta región del planeta que ha sido capaz de construir sólidas generaciones de derechos civiles, polÃticos y sociales, están ahora inmersos en una profundo proceso de reestructuración. A la consolidación de una realidad geopolÃtica supraestatal se añade la emergencia de nuevas realidades subestatales al amparo de procesos de cesión o devolución de poder polÃtico. La emergencia del hecho regional y la creciente vinculación de las gentes a lugares, constituye una de las posibles respuestas a un proceso de globalización que en todo caso ha venido para quedarse y sobre el que cabe únicamente incorporar nuevos procesos más democráticos para conducir el proceso de otra manera. En cualquier caso, se han erigido en nuevos actores polÃticos de primer orden a la hora de elaborar e instrumentar polÃticas públicas en el territorio.