Sinopsis

Resulta inevitable hacer una advertencia a quien decida comprar este libro interesante. En la introducción existen algunas importantes confusiones. Sobre todo referidas al autor de la antología de recetas. Efectivamente se debe a “Post-Thebussem”, precisamente el periodista Dionisio Pérez Gutiérrez, nacido en Grazalema (1872) y fallecido en Madrid (1935), quien tomó ese pseudónimo en homenaje al maestro de gastrónomos “Dr. Thebussem”, don Mariano Pardo de Figueroa. Estos y otros detalles biográficos y gastronómicos se pueden leer en la obra de Dionisio Pérez “Post-Thebussem”, titulada La cocina clásica española, y publicada por Ediciones La Val de Onsera, antología de artículos periodísticos de carácter gastronómico editada póstumamente en 1936. Esta obra en modo alguno reproduce, como se dice, la Guía del buen comer español (1929).

Inexplicablemente algunas de estas confusiones el editor las ha trasladado a la solapa, y queda en manos del lector subsanarlas con su buen sentido, y disfrutar de este pequeño libro que va precedido del prólogo del Dr. Marañón.


Texto del editor:

El lector tiene en sus manos una joyita de nuestra literatura gastronómica publicada en el primer tercio del pasado siglo por la Unión Nacional de Exportación Agrícola, que, en realidad, son dos preciosidades en una, por cuanto, además de las recetas de Dionisio Pérez, Post-Thebussem, el tomito se abre con el excelente trabajo del doctor Gregorio Marañón, quien da al recetario el espaldarazo de la ciencia médica, aspecto muy a tener en cuenta, ya que una de las grandes preocupaciones de los tratados de cocina es a menudo el de la salud.

Se atiende inicialmente a dar gusto al paladar, pero no se olvida tampoco la salud corporal, e incluso a veces la espiritual. Ambos textos –el de Marañón y el de Post-Thebussem– se complementan muy bien, pues si el primero toca aspectos medicinales e históricos, el segundo se centra en las recetas como tales, entre las que, junto a los consabidos preparados dulces o naturales, destacan otros platos salados, donde los cítricos se juntan al bacalao, el arroz, los productos de la huerta o la harina. Son todas ellas fórmulas sencillas que responden a los elementales criterios de la cocina tradicional.