Sinopsis

La obra de José María de Lapuerta y Carlos Asensio combina dos aspectos claves del debate arquitectónico actual. Por un lado, es resultado de un análisis minucioso del contexto y, por otro, refleja un conocimiento amplio de la actualidad. Pero por encima de todo proporciona un testimonio indudable del avance de la arquitectura.
Una de las mayores virtudes de la obra de DL+A es que ellos siempre crean proyectos muy diferentes en sus formas de expresión. Su naturaleza variable es producto de una estrategia que pretende indagar en los factores culturales, técnicos y materiales de cada situación específica y así formular una respuesta arquitectónica adecuada. Los edificios de DL+A no solo son resultado de las cualidades intrínsecas del lugar, y del intento de hacerlas visibles, sino que representan una aportación cultural en el contexto en el que se producen.
Dado que una de las cuestiones más importantes para determinar
la calidad de un proyecto siempre es su aportación en el lugar a largo plazo, podemos afirmar con seguridad que cuando nos referimos a obras de DL+A, estamos hablando de arquitectura de alta calidad. Este valor puede ser visto no solo como realce de la disciplina sino, sobre todo, como consolidación de convenciones culturales y sociales. La arquitectura se convierte así en un marco para la vida diaria.