Sinopsis

Desde siempre, hemos mantenido y extendido la idea de que el medio sanitario y concretamente el hospital, es uno de los medios laborales más peligrosos. Tradicionalmente se pensaba que un lugar donde se procuraba la recuperación de la salud no debería tener demasiados riesgos, pero lo cierto es que nos encontramos con toda suerte de los mismos, unos comunes a cualquier otro tipo de tarea y otros exclusivos de este medio, y lo peor de todo, muchos desconocidos. Hoy en día con los flujos emigratorios, en tantos casos ilegales y por tanto descontrolados, los riesgos biológicos del personal sanitario se incrementan con patologías infecciosas impropias de determinadas latitudes y por tanto de difícil detección. Por otra parte un hospital es un verdadero paraíso de productos químicos, tanto para su uso diagnóstico como para el terapéutico como el higiénico.


Los servicios de prevención de riesgos laborales de los hospitales, tienen una ardua tarea en dos frentes: uno, el de intentar evitar los riesgos del personal sanitario, contemplar las posibles patologías de origen laboral y facilitar desde nuestros servicios el trabajo de todos ellos, y el otro, tan difícil como el primero, intentar concienciar a las gerencias y direcciones de los centros sanitarios de que la Prevención no es un gasto, sino que es una inversión, y que, como ellos repiten con tanta frecuencia pero de forma tan vacua, el principal capital es el humano.